*Las declaraciones de Hugo López-Gatell representan un trato inequitativo hacia el sector, satanizan una actividad estratégica para la economía y un producto que está en la preferencia de millones de mexicanos.
*ANPRAC mantiene la mayor disposición de continuar un diálogo respetuoso, transparente y constructivo con el sector público, privado y social en favor de un Estado de bienestar.
La Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) expresa su más enérgica protesta por las lamentables declaraciones del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, quien calificó a nuestros productos como “veneno embotellado”.
Mediante un posicionamiento difundido este domingo, la Asociación considera inaudito que un funcionario público federal, con la gran responsabilidad de ser el promotor de la salud en nuestro país, estigmatice a una industria que cumple a cabalidad con todas las normas y regulaciones en México.
Las aseveraciones del doctor López-Gatell representan un trato inequitativo hacia el sector, satanizan una actividad estratégica para la economía y un producto que está en la preferencia de millones de mexicanos; incluso podrían configurar violaciones a derechos constitucionales y tratados internacionales.
Sugieren, además, la necesidad de encontrar un enemigo público a quien responsabilizar ante la crisis sanitaria que enfrenta el país por la pandemia de Covid-19, que ha costado la vida hasta ahora a más de 39,000 mexicanos.
Un calificativo como el que utilizó el subsecretario López-Gatell evidencia una animadversión personal contra la industria, basada en prejuicios e información imprecisa, y representa un peligroso sesgo ideológico que pone en riesgo a sectores productivos estratégicos que resultan vulnerados en su credibilidad.
Abordarlas problemáticas que han agravado el manejo de la pandemia en nuestro país bajo una visión simplista de un problema complejo y multifactorial, puede funcionar para las tribunas, pero no resolverá los retos que tenemos como sociedad.
En los últimos meses dicho funcionario ha señalado injustamente a la industria refresquera como la causa de la epidemia de obesidad y sobrepeso que aqueja a nuestro país. Sus declaraciones buscan posicionar al sector como un enemigo de la población y encontrar un culpable por el alto riesgo al que ésta está expuesta ante la pandemia por Covid-19.
No obstante, recuerda la ANPRAC, la evidencia científica disponible indica que la obesidad esun problema multifactorial cuyas causas van más allá de las calorías ingeridas e involucran no sólo los hábitos alimenticios, sino también falta de actividad física y el entorno social.
Además, resalta que de acuerdo con información de la FAO, el consumo promedio diario de calorías de un adulto en México es de 3,260 y las bebidas azucaradas representan sólo el 5.8% de la ingesta calórica diaria, mientras que 70.2% de las calorías consumidas provienen de alimentos no envasados que han pasado por un mínimo o nulo procesamiento y por lo tanto, no son sujetos de ninguna norma regulatoria.
La Asociación representa a una industria conformada orgullosamente por embotelladores mexicanos, ejemplo a nivel mundial por su visión centrada en las personas a través de estándares operativos y compromisos de dimensión social, en cumplimiento de las normas y leyes que regulan nuestra actividad.
Por ello, la ANPRAC se pronuncia por una solución integral a la obesidad, basada en criterios científicos, que ataque todas las causas del problema y que no se base en ideologías y/o fobias personales.
En reiteradas ocasiones ha manifestado su respaldo al llamado de unidad del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para colaborar y trabajar en conjunto con el gobierno en políticas que busquen transformar de forma integral e interdisciplinaria, la alimentación para el bienestar de las familias mexicanas.
La industria de bebidas embotelladas busca lo mejor para México y mantiene la mejor disposición de continuar un diálogo abierto, transparente, constructivo, pero sobre todo respetuoso con el sector público, privado y social en favor de un Estado de bienestar.