Después de 12 años, sepultada bajo las piedras en el Río Santa Catarina, la escultura de la Virgen de Guadalupe reapareció tras el huracán Hanna para ser venerada por la comunidad de Nuevo León.
Fue durante el huracán Alex en 2010 cuando la gran escultura de 12 metros de altura fue arrastrada por la crecida del Río Santa Catarina, ocultada por las piedras a unos metros de su ubicación original donde fue instalada para recibir al Papa Juan Pablo II durante su última visita a Monterrey.
Con su reaparición despertó la esperanza en miles de habitantes de Nuevo León, en medio de una pandemia por el COVID-19, que amenaza la salud, la economía y la libertad de las personas.
De inmediato comenzaron los trabajos para rescatar la escultura y han surgido varias propuestas para ubicarla, entre ellas en la Basílica de Guadalupe, ubicada en la colonia Independencia de Monterrey, otros dices que debería de ser ubicada en el mismo lugar donde fue instalada para recibir al Papa Juan Pablo II.