OPINIÓN
Armando Torres/Entre Regios
En Nuevo León, la incapacidad de las autoridades estatales para hacer frente a la pandemia y la parálisis económica como una medida desesperada para frenar los casos de COVID-19 fracasó, con las consecuencias ya conocidas, decrecimiento económico, mayor desempleo, quiebra de empresas y cierre definitivo de miles de comercios.
El 2020 está por finalizar con un saldo terrible para Nuevo León, sin que hasta el momento, a estas alturas del año las autoridades estatales tengan claridad para trazar el rumbo que permita rescatar a la economía estatal y devolver a las miles de familias afectadas la esperanza de un resurgimiento económico.
Desde que inició la pandemia el presidente AMLO dejó en claro que no habría un Fobaproa para las empresas, pero el Gobierno Estatal tampoco fue capaz de armar un plan de rescate para mantener los empleos, lo pudieron hacer, pero prefirieron darle en la madre a la economía de Nuevo León, hundir más a las empresas, negocios y comercios, al decretar el cierre de operaciones, con amenazas de sanciones más graves y exageradas multas recaudatorias.
El resultado más de 100 mil empleos formales perdidos en Nuevo León durante la pandemia, más de 10 mil restaurantes o fondas cerradas por las medidas decretadas por el Gobierno Estatal y miles de establecimientos comerciales que abandonaron sus locales en el área metropolitana de Monterrey ante la imposibilidad de pagar rentas.
Basta un recorrido por las principales avenidas para constatar todos los locales vacíos. Hasta grandes cadenas de restaurantes como McDonald’s o Chilis y restaurantes en centros comerciales han cerrado sus puertas en la zona metropolitana de Monterrey.
Adicionalmente, más de 500 mil personas que trabajan por su cuenta, de manera independiente se vieron obligados a suspender sus actividades productivas.
En total, más de 1 millón de personas en edad de trabajar finalizarán el 2020 en Nuevo León sin un ingreso laboral.
Y el sector industrial también ha vivido una devastadora crisis en la entidad, el empleo en el sector industrial no se ha recuperado en su totalidad y las micro, pequeñas y medianas empresas resultaron las más afectadas.
Las reuniones realizadas en 2020 por el empresario Adrián Sada Cueva, como presidente de la CAINTRA con el Presidente AMLO no fueron exitosas. Adriancito no logró ni un peso de apoyo del Gobierno Federal para las micro, pequeñas y medianas empresas de Nuevo León.
Por cierto, las 5 líneas de acción propuestas por Adrián Sada Cueva y la CAINTRA no fueron escuchadas por el Gobierno Federal, ni lograron ningún beneficio para las micro, pequeñas y medianas empresas, pero eso sí muy buenos para posar para la foto en Palacio Nacional.
Según indicadores de CAINTRA al menos unas 756 Pymes del sector industrial cerraron sus puertas definitivamente en 2020 debido al aniquilador efecto del COVID-19
Las que tuvieron que salir al rescate de las Pymes del sector industrial fueron las grandes empresas de Nuevo León, sin embargo, el programa no fue suficiente ante las crecientes necesidades, pero se les reconoce su esfuerzo y cohesión.
En fin, cierra Nuevo León el 2020 con una evidente pérdida de competitividad, con una economía e industria debilitada y con una fuerte devaluación de la marca Monterrey.
Que 2021 sea un año que permita el resurgimiento de la economía de Nuevo León y se generen los empleos necesarios. Urge también una vacuna para la economía de Nuevo León. Que sea un muy Feliz Año para todos ustedes, con salud y prosperidad.
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* ENTRE REGIOS, ES UN ARTÍCULO DE OPINIÓN ESPECIALIZADO EN INFORMACIÓN DE NEGOCIOS, RECONOCIDO CON EL PREMIO MÉXICO DE PERIODISMO 2018 “RICARDO FLORES MAGÓN”, OTORGADO POR LA FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE PERIODISTAS MEXICANOS (FAPERMEX).