EMPRESAS MONTERREY.- En su más reciente libro 2030, Mauro F. Guillén, tras un riguroso trabajo de investigación y análisis, advierte que una nueva realidad se asoma a nivel mundial y marcará un nuevo rumbo en la economía y la cultura a nivel internacional.
El mundo está cambiando drásticamente ante nuestros ojos, ¿estará preparado para lo que viene después? Un análisis innovador de uno de los expertos más importantes del mundo en tendencias globales y descifra cómo COVID-19 amplificará y acelerará cada uno de estos cambios.
En la presentación del libro 2030, establecen Érase una vez, el mundo estaba perfectamente dividido en economías prósperas y atrasadas. Los bebés abundaban, los trabajadores superaban en número a los jubilados y las personas que aspiraban a la clase media anhelaban tener casas y automóviles propios. Las empresas no necesitaban ver más allá de Europa y Estados Unidos para hacerlo bien.
El dinero impreso era moneda de curso legal para todas las deudas, públicas y privadas. Crecimos aprendiendo a «jugar» y esperábamos que las reglas siguieran siendo las mismas cuando tomamos nuestro primer trabajo, formamos una familia, vimos crecer a nuestros hijos y nos jubilamos con nuestras finanzas seguras.
Ese mundo, y esas reglas, se acabaron.
Para el 2030, una nueva realidad se afianzará, y antes de que te des cuenta:
– Habrá más abuelos que nietos.
– La clase media en Asia y África subsahariana superará en número a los EE. UU. Y Europa combinados
– La economía mundial será impulsada por el consumidor no occidental por primera vez en la historia moderna
– Habrá más riqueza mundial propiedad de mujeres que hombres
– Habrá más robots que trabajadores
– Habrá más computadoras que cerebros humanos
– Habrá más monedas que países
Todas estas tendencias, actualmente en marcha, convergerán en el año 2030 y cambiarán todo lo que se sabe sobre la cultura, la economía, y el mundo.
Según Mauro F. Guillén, la única forma de comprender verdaderamente las transformaciones globales en curso, y sus impactos, es pensar lateralmente. Es decir, utilizando la “visión periférica” o abordando los problemas de forma creativa y desde puntos de vista poco ortodoxos.
En lugar de centrarnos en una sola tendencia, el cambio climático o el surgimiento de regímenes antiliberales, por ejemplo, Guillén nos anima a considerar la interacción dinámica entre una serie de fuerzas que convergerán en un único punto de inflexión, 2030, que será , para bien o para mal, el punto sin retorno.
2030 es a la vez una guía notable para los cambios venideros y un ejercicio del poder del “pensamiento lateral”, revolucionando así la forma de pensar sobre el cambio cataclísmico y sus consecuencias.