Gerardo Gutiérrez Candiani/Presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE)
Termina el 2014 con avances trascendentes para México, pero también con una agenda
de pendientes y problemáticas de enorme complejidad.
Por una parte se logró una reforma política de amplio alcance y se concluyó con éxito el
ciclo legislativo de grandes transformaciones económicas estructurales, como la
energética y la de telecomunicaciones, que son determinantes para que, en el mediano y
largo plazos, accedamos a los niveles de crecimiento que necesitamos y no hemos tenido
en décadas.
Por otro lado, al cerrar el año, en el último tercio, se presentaron acontecimientos que han
vulnerado la confianza en la sociedad y entre ésta y las instituciones y gobiernos. Estos
sucesos nos han recordado, con crudeza, que estamos lejos aún de superar los mayores
desafíos nacionales, en términos de seguridad pública, Estado de derecho y
gobernabilidad democrática, factores fundamentales y requisitos para la convivencia
social y el desarrollo incluyente y sostenible.
El 2015 es un año de prueba. Son muchos los desafíos que hay que superar, para
confirmar la voluntad de renovación nacional, tanto en el sector gobierno, como en la
sociedad y en las empresas.
Es un año clave para las reformas, porque se verificarán sus primeros frutos en términos
de licitaciones e inversiones, lo cual demanda eficiencia de la implementación, apuntalada
con los cambios que urge hacer en temas de transparencia, rendición de cuentas y
combate a la corrupción y la impunidad.
La reforma para crear un sistema anti corrupción confiable y viable, el gran pendiente que
dejaron los legisladores este año, es prioridad y condición para que el país avance de
manera contundente y sustentable, y que confirmemos que la transformación es real y
profunda.
Quizá el mayor desafío para el año próximo es restablecer la confianza, reduciendo la
brecha que se ha abierto entre sociedad y clase política. Sin ésta, siempre habrá el riesgo
de que se vulnere la estabilidad y la cohesión social, y que los progresos en la economía
sean insuficientes.
Para el primer trimestre, resulta clave impulsar medidas emergentes que incidan, de igual
manera, en la confianza en la economía; que perfilen un mejor escenario para las familias
y las empresas, alentando la inversión, el ahorro, la creación de empleos y el consumo. A
México se le presenta un futuro promisorio en el mediano y largo plazos, gracias a los
cambios y reformas que se han hecho en los últimos años, pero esto también requiere de
mejores indicadores en el corto plazo.
Por ello, hemos anunciado, el sector empresarial, estará promoviendo una serie de
políticas públicas, acciones conjuntas gobierno-iniciativa privada y medidas fiscales, para
generar un contexto económico más favorable en lo inmediato; esto, previo a la revisión y
ajustes que habrá que hacer, conforme avance el año, en el camino de la reforma hacendaria que se
requiere para 2016 y en adelante.
Durante todo el primer semestre, tendremos el gran reto de las elecciones federales
intermedias que tienen como punto culminante el 7 de junio de 2015, cuando se votará
por la renovación de 500 diputados al Congreso de la Unión, además de nueve
gubernaturas, más de 900 presidencias municipales y de 630 diputaciones locales.
La prueba es compleja. Se trata del mayor proceso electoral en la historia del país, para el
cual se espera que participen 82.5 millones de ciudadanos y que se instalarán 152 mil
casillas de votación. Será la primera vez en que la autoridad rectora general será el
Instituto Nacional Electoral, creado este mismo año. Participan nuevos partidos y hay
nuevas reglas, derivadas de la reforma electoral.
A lo anterior se agrega un escenario político y social muy difícil en algunas regiones del
país, por los acontecimientos recientes y los problemas agudos de violencia, inseguridad
y vacíos institucionales que han padecido desde hace años. La prueba es para todos los
mexicanos, que debemos reforzar el compromiso con las vías institucionales y la
democracia para resolver diferencias y problemáticas.
En materia legislativa, además del sistema nacional anti-corrupción, hay que analizar,
enriquecer y procesar con celeridad las reformas pendientes en materia de seguridad
pública e impulso al desarrollo económico y social en zonas rezagadas que se han
presentado. Temas como la reconstrucción de las policías son prioridad.
En cuanto a la implementación de las reformas económicas, en el 2015 afrontamos retos
como maximizar las inversiones, aun con un escenario de precios a la baja del petróleo, la
implementación de la primera ronda en exploración y explotación, y consolidar las bases
para la operación de la reforma eléctrica.
En el sector telecomunicaciones, en el transcurso del año, México tendrá que concretar,
en la práctica, diversas medidas regulatorias, para que se cumplan los objetivos de mayor
competencia e inversión, conectividad nacional y mejores servicios, en precio y calidad,
para los usuarios.
En materia tributaria, para el 2015 vienen retos como los de la facturación y contabilidad
electrónica, obligaciones como el dictamen fiscal y varios desafíos para la pequeña y
mediana empresa.
2015 será el año del gran despegue, en función de que seamos eficientes en la
implementación de las reformas. En la medida en que demos fuerza al proyecto de
mediano y largo plazo, con mayor crecimiento en lo inmediato. En tanto seamos puntuales
con el desafío histórico de consolidar las instituciones de la gobernabilidad democrática y
el Estado de derecho.
Son muchos los retos, pero podemos superarlos, y salir adelante, como nación, máxime si
logramos estar unidos en lo esencial, en los intereses que todos compartimos, por encima
de diferencias que existen dentro de la pluralidad que caracteriza a nuestra sociedad.
México tiene un gran proyecto de desarrollo económico. Reforcemos el impulso
transformador, con las reformas que están haciendo falta, en las leyes y en el actuar de
gobiernos y ciudadanos, para tener un país de instituciones fuertes, democracia,
legalidad, seguridad pública y cohesión social.
Los mejores deseos para todos los mexicanos en el 2015. Que sea un gran año, en el que
haya paz, fraternidad, progreso para las familias, entendimiento en las diferencias, y unión
en lo esencial.