*Con la adquisición de la tecnología que requiere la aplicación de la protonterapia, el Hospital Universitario”José Eleuterio González” podría atender a pacientes pediátricos que recibirían menos dosis de radiación en sus tejidos sanos y presentarían menos efectos secundarios a largo plazo.
EMPRESAS MONTERREY/SALUD.- Una mayor tasa de curación con menos secuelas permanentes y un riesgo de cáncer secundario menor son algunos de los beneficios que brindaría la protonterapia a los pacientes oncológicos, tecnología que está en planes para ser adquirida por el Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
“Este equipo requiere de una inversión de alrededor de 40 millones de dólares, por lo que estamos tocando puertas tanto a nivel federal, estatal e iniciativa privada para que apoyen al Hospital. De adquirirlo, el Hospital Universitario sería el único nosocomio en Latinoamérica en contar con tecnología de este tipo. Sabemos que representará una luz de esperanza para todas las familias que tienen que enfrentar este diagnóstico en sus hijos, aumentando la posibilidad de curación y brindando una mejor calidad de vida”, indicó el jefe del Servicio de Radio Oncología del HU, Rafael Piñeiro Retif.
El Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” informa que a nivel mundial hay alrededor de 200 centros de protonterapia, distribuidos principalmente en Estados Unidos (52), Europa y Asia.
De manera que, de llegar a México, este se ubicaría en el Centro Universitario Contra el Cáncer de la UANL, para brindar atención médica a los pacientes del país que lo requieran.
“En México, tenemos alrededor de 195 mil casos anuales de cáncer, de los cuales el 70 por ciento es candidato a recibir radioterapia y al menos un 20 por ciento tendrá una clara ventaja de tratarse con la protonterapia”, explicó el especialista en radio oncología.
Entre las poblaciones que más se beneficiarían con esta tecnología se encuentra la pediátrica, ya que los tejidos en desarrollo que reciben radiación pueden presentar secuelas permanentes en la edad adulta, así como los pacientes adultos con tumores del sistema nervioso central, tumores de cabeza y cuello y aquellos que requieren reirradiación.
Según cálculos de especialistas del nosocomio universitario, a nivel nacional se requieren 20 centros de este tipo, por lo que la propuesta es que en México haya al menos tres centros regionales de esta naturaleza distribuidos en el norte, centro y sur del país.
¿Cómo funciona?
La protonterapia es una forma de tratamiento de radiación que se usa para destruir las células tumorales en lugar de usar rayos X (fotones y electrones), como sucede con la radioterapia convencional.
Si bien tanto la protonterapia como la radioterapia tradicional tratan los tumores de la misma manera, es decir, matando las células cancerosas o inhibiendo su crecimiento, hay una diferencia significativa, porque los protones, además de tener la capacidad de “viajar” a una profundidad mayor, se detienen en el tumor en lugar de continuar a través del cuerpo.
“Esto aporta una dosis proporcionalmente más alta en el tumor (que es la parte sobre la que interesa actuar), pero menor en los tejidos vecinos sanos. En la radioterapia regular, el haz de energía entra en el cuerpo, atraviesa el tumor y continúa por el otro lado. Esta ‘dosis de salida’ de radiación puede afectar al tejido sano más allá del tumor”, detalló el doctor Rafael Piñeiro Retif.
Beneficios de la protonterapia
- Se emplearía principalmente en pacientes pediátricos de todo el país.
- Menos dosis de radiación a tejidos sanos.
- Debido a que este tratamiento va directo al tumor, se pueden emplear más dosis para combatir el cáncer, a diferencia de la radiación convencional.
- Menos efectos secundarios a largo plazo.
- Menor probabilidad de desarrollar un cáncer secundario, ya que el paciente, cuando recibe radioterapia convencional, en aproximadamente 20 años tiene la probabilidad de padecer un segundo cáncer producido por la radiación. Con la protonterapia esto se reduce de forma importante.
- El equipo ocupa un espacio de cerca de 400 metros cuadrados.
- El personal que debe manejar esta tecnología son físico-médicos, dosimetristas, enfermeras, oncólogos y radio oncólogos.