*El objetivo del Proyecto Piloto E85 es demostrar los beneficios del uso de biocombustibles líquidos para el transporte como una alternativa más en el camino de la transición energética, junto con otras tecnologías.
Diez taxis en Monterrey convertidos a tecnología Flex Fuel recorrieron cerca de 70,000 kilómetros durante seis semanas en las que utilizaron 6 mil litros de E85 -una mezcla de gasolina con un 85% de bioetanoly lograron reducir sus costos operativos a $1.44 y $1.56 MXN por kilómetro, así como evitar entre 4.9 y 6.4 toneladas anuales de emisiones de CO₂ equivalente por cada taxi.
Los ahorros proyectados por vehículo a lo largo de su vida útil fueron de hasta $19,230 pesos, y los beneficios ambientales incluyeron una disminución importante de contaminantes atmosféricos, según datos generados por el Proyecto Piloto E85, un estudio que se realizó a partir de un Memorandum de Entendimiento entre la Secretaría del Medio Ambiente del Estado de Nuevo León y el U.S. Grains Council.
Durante seis semanas, cinco Hyundai Grand i10 y cinco Nissan V-Drive de la empresa de taxis PIDELO operaron exclusivamente con E85, demostrando un desempeño técnico confiable y generando datos comparativos frente al uso de gasolina.
El objetivo del Proyecto Piloto E85 es demostrar los beneficios del uso de biocombustibles líquidos para el transporte como una alternativa más en el camino de la transición energética, que, junto con otras tecnologías existente, se convierte en una opción viable en el corto plazo para México, con el fin de reducir las emisiones contaminantes mediante la diversificación de la matriz energética.
Los análisis realizados por el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) complementaron los resultados de este Proyecto Piloto, indicando que el uso de E85 en vehículos Flex Fuel Tier 1 reduce emisiones clave como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, partículas y compuestos tóxicos como benceno y 1,3-butadieno. Estas reducciones superan ampliamente los incrementos registrados de metano, formaldehído y acetaldehído.
A escala estatal, se estima que con solo un 5% de adopción del E85 en el parque vehicular, Nuevo León podría mitigar 148,000 toneladas de CO₂ por año y generar ahorros de hasta 375 millones de pesos. Este escenario posiciona al E85 no solo como un combustible alternativo viable, sino como un catalizador para el desarrollo de una nueva agroindustria nacional basada en la caña de azúcar y el sorgo para la producción de bioetanol.
El impulso al bioetanol también está alineado con la reciente Ley de Biocombustibles, que establece un marco normativo para su producción, distribución y adopción.
Los resultados del Programa Piloto E85 refuerzan el potencial del bioetanol como herramienta para diversificar la matriz energética, reducir la dependencia de combustibles fósiles y detonar inversiones para una nueva una nueva agroindustria en el país.