Wilbur Ross Jr., quien fue nominado para ser el próximo secretario de Comercio de Estados Unidos será el responsable de retornar al país puestos de trabajo manufacturero perdidos en otras latitudes, uno de los puntos clave de la agenda comercial del presidente electo Donald Trump,
El inversionista de capital privado de 79 años de edad conoce bien el tema, ya que tiene inversiones importantes que muestran tanto los potenciales efectos positivos del aumento del comercio para las empresas estadounidenses, así como sus potenciales desventajas para los trabajadores estadounidenses. En algunas industrias tradicionales como la del acero, Ross se ha beneficiado de políticas más proteccionistas y aún viejos adversarios le reconocen haber salvado plantas y planes de jubilación de trabajadores industriales con su intervención, destaca el artículo difundido por el WSJ
En los últimos 15 años, la compañía fundada por Ross compró empresas en quiebra y las rehabilitó, a menudo obteniendo ganancias vendiéndolas luego a inversionistas extranjeros. Al hacerlo, sus empresas y sus compradores recurrieron a veces a los mismos métodos que Trump ha prometido reprimir, incluyendo la construcción de fábricas en el extranjero. Otras medidas que Trump ha defendido, incluyendo la imposición de aranceles y cuotas para revivir a empresas de los sectores siderúrgico, textil y de autopartes, también han beneficiado a Ross.
“Hay muchos puestos de trabajo que están aquí ahora que habrían desaparecido para siempre si no fuera por sus intervenciones”, dijo Scott Paul, presidente de la Alianza para la Manufactura Estadounidense una coalición de industrias siderúrgicas y del sindicato United Steelworkers. “Pero es como tratar con un cirujano de trauma: puede mantenerte con vida, pero te costará la pierna”.
Ross no respondió a las preguntas para este artículo. En una entrevista a principios de este año, citó la postura más agresiva de Trump sobre la renegociación de tratados comerciales y la aplicación de la ley como una de las principales razones por las que apoyaba al candidato republicano.
Si es confirmado por el Senado, Ross deberá supervisar una multitud de agencias con amplios poderes sobre el comercio internacional, desde el establecimiento de límites a las importaciones de textiles hasta la imposición de aranceles sobre bienes comercializados injustamente.
Hijo de un abogado, Ross creció en un suburbio de Nueva Jersey y soñó con ser escritor. En cambio, en los años 60 fue a Wall Street y se convirtió en especialista en quiebras en Rothschild Inc., especializándose en bancarrotas y reestructuraciones de alto perfil como las de Texaco, Continental Airlines y TWA. Más tarde, una de sus mayores apuestas involucró a la industria textil, donde combinó dos empresas en bancarrota de Carolina del Norte, Burlington Industries y Cone Mills, y buscó nuevos mercados nacionales e internacionales para la nueva firma, International Textile Group.