La Junta de Gobierno del Banco de México ha decidido incrementar en 25 puntos base el objetivo
para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 7.75%.
A través de un comunicado Banxico informó lo siguiente:
Los indicadores disponibles sugieren que la economía mundial aumentó su ritmo de expansión durante
el segundo trimestre de 2018. No obstante, se advierten indicios de divergencia entre las principales
economías avanzadas. En particular, en Estados Unidos se espera un repunte más fuerte de la actividad
económica, en parte en respuesta al estímulo fiscal adoptado, lo cual en un contexto de baja holgura,
puede conducir a mayores presiones sobre la inflación. Así, como se anticipaba, la Reserva Federal
incrementó en 25 puntos base el rango objetivo para la tasa de fondos federales en junio.
Adicionalmente, reiteró su previsión de aumentos graduales para dicha tasa y su expectativa de que la
inflación se ubicará alrededor de su objetivo simétrico de 2% en el mediano plazo. Si bien los pronósticos
de crecimiento para la economía mundial para 2018 y 2019 se han mantenido prácticamente sin cambio,
ha aumentado la incertidumbre en el corto plazo y se han acentuado los riesgos a la baja para el mediano
plazo. Entre estos destacan un aumento en las medidas proteccionistas, un posible apretamiento en las
condiciones financieras derivado de sorpresas inflacionarias, y el escalamiento de riesgos geopolíticos.
En este entorno, se ha observado un fortalecimiento generalizado del dólar y una mayor aversión al
riesgo a nivel global. A ello también han contribuido las tensiones en materia comercial y otros factores
de índole geopolítico. Todo ello ha conducido a una recomposición de carteras de inversión hacia activos
más seguros.
En este contexto, la mayoría de las divisas de economías emergentes registraron una
depreciación considerable y una mayor volatilidad. En el caso de México, desde la última decisión de
política monetaria el peso presentó una depreciación adicional y un aumento en la volatilidad. Dicho
comportamiento estuvo influenciado tanto por el entorno externo adverso antes descrito, como por otros
factores, tales como la falta de acuerdos en el proceso de renegociación del TLCAN y la incertidumbre
asociada al proceso electoral. Por su parte, las tasas de interés presentaron incrementos, especialmente
las de menores plazos.
En el primer trimestre de 2018 la actividad económica en México continuó mostrando una reactivación,
incluso a un ritmo mayor al observado en el trimestre previo, lo cual condujo a cierto estrechamiento en
las condiciones de holgura de la economía. Si bien, como se anticipaba, los indicadores oportunos para
el segundo trimestre sugieren cierta desaceleración de la actividad económica, se mantiene la previsión
para el año. Al respecto, ante la incertidumbre derivada del complejo entorno que enfrenta la economía,
se considera que el balance de riesgos para su crecimiento continúa sesgado a la baja.
La política monetaria adoptada para mantener ancladas las expectativas de inflación de mediano y largo
plazos, aunada al cumplimiento de las metas fiscales y a la resiliencia que ha mantenido el sistema
financiero, han contribuido a que la economía mexicana esté en mejor posición para enfrentar
escenarios adversos. No obstante, se prevé que la economía seguirá transitando por un panorama
complejo, tanto en el ámbito externo como en el interno, lo que hace particularmente relevante que,
además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que
propicien una mayor productividad y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas.
La inflación general anual continuó disminuyendo, al pasar de 4.55% en abril a 4.51% en mayo. En
particular, la inflación subyacente se redujo de 3.71 a 3.69% en este periodo, en respuesta a las acciones
de política monetaria y al desvanecimiento de los choques que la afectaron el año pasado.