El Departamento de Comercio publicó su estimación inicial del crecimiento económico del segundo trimestre el viernes, proporcionando la última instantánea de la economía estadounidense.

El producto interno bruto de los Estados Unidos aumentó a una tasa anual del 4.1 por ciento en el segundo trimestre, en comparación con el 2.2 por ciento en los primeros tres meses del año. Fue el trimestre más fuerte de crecimiento desde 2014.

El gasto de los consumidores aumentó un 4 por ciento, pero la inversión privada disminuyó levemente a medida que se enfriaba el mercado de la vivienda.

Las exportaciones aumentaron 9.3 por ciento, impulsadas en parte por un aumento en los envíos de soja ligados a las políticas comerciales del presidente Trump.

Los precios al consumidor aumentaron a una tasa anual de 1.8 por ciento.

El crecimiento económico aumentó en el segundo trimestre, pero no espere que el auge dure.

La aceleración del segundo trimestre fue ampliamente anticipada por los economistas, como resultado de una confluencia de eventos poco probable que se repita. La mayoría de los economistas esperan que el crecimiento disminuya en la segunda mitad del año.

Aún así, datos recientes sugieren que el ritmo de crecimiento ha mejorado este año. Algunos economistas creen que el crecimiento interanual del producto interno bruto podría alcanzar el 3 por ciento en 2018 por primera vez en la recuperación de casi una década, una posibilidad que se hizo más probable después de las fuertes cifras del viernes. El segundo trimestre fue la primera vez desde 2014 que el crecimiento económico superó el 4 por ciento en un trimestre; la economía alcanzó ese nivel o más alto solo cuatro veces durante los ocho años de la administración Obama.

«Lo importante es que la economía está mejorando», dijo Diane Swonk, economista jefe de la firma de contabilidad Grant Thornton.

Distorciones

Las cifras del viernes fueron impulsadas por un aumento en las exportaciones, que representaron una cuarta parte del crecimiento total del trimestre. Paradójicamente, el auge de las exportaciones se debió en parte a las crecientes tensiones comerciales, que llevaron a los compradores extranjeros a abastecerse de productos estadounidenses antes de que sus gobiernos les impusieran aranceles.

La tendencia es particularmente clara en las exportaciones de soja, que aumentaron más del 50 por ciento en mayo respecto al año anterior. Esos compradores supuestamente no querían más soja de lo habitual, solo los querían antes. Las exportaciones casi con toda seguridad caerán en el tercer y cuarto trimestres, y se convertirán en un lastre para el crecimiento general del PIB.