La SHCP anuncia hoy la reducción del costo de las Afores en el manejo de las cuentas individuales de retiro. De hecho, con ello confirma la continuación de una política de reducción gradual que ya tiene varios años.
Indica que, con las reducciones planeadas, los trabajadores se ahorran en el sexenio $100,000 millones de pesos.
Las cuentas individuales de retiro sustituyeron al sistema de pensiones generales basadas en el IMSS con el objeto de fondear las pensiones a base de aportaciones de trabajadores y empresas y buscaban diversificar el destino de la inversión de esos ahorros para aumentar el rendimiento de los trabajadores.
Por la ideología neoliberal imperante y el sempiterno apoyo a los oligopolios, se decidió operar el sistema a través de instituciones privadas, generalmente ligadas a la banca.
A 22 años de distancia, este sistema ha constituido un enorme negocio para las instituciones financieras y un desengaño para los trabajadores, quienes, en el mejor de los casos, se retirarán con pensiones de menos del 35% de sus ingresos.
Esto asegura un formidable problema de pobreza permanente, pues sobre los ya bajos ingresos promedio de los trabajadores, los cuales en una gran proporción están abajo del nivel de pobreza alimentaria, sus pensiones serán una tercera parte.
Mientras tanto, el costo promedio de comisiones por el manejo de las cuentas ha sido entre 80 al 115% más alto que en otros países, cobrado por un número pequeño de
Afores, que ha podido mantener un oligopolio encargado de defender esta agresiva exacción a los trabajadores con la complacencia del gobierno federal.
Este es uno de los más perversos legados de la era neoliberal y de su sistema de economía “de cuates” que ha acentuado la pobreza y desigualdad en México.
Ahora Hacienda anuncia más de lo mismo. Su “intención” de bajar las comisiones promedio del 0.98% sobre saldos promedio a 0.70% al final del sexenio, iniciando con una reducción para 2020 de 0.10%!
Esta reducción inicial representa cerca de $3,000 millones de pesos anuales, muy lejos de los necesarios $16,000 para que el ahorro estimado de $100,000 millones de pesos en el sexenio se materialice. Aún con reducciones posteriores a las comisiones y el aumento esperado en los saldos de ahorro, la meta mencionada parece exagerada.
La ANEI considera que, para un gobierno que pone en primer lugar a los pobres, como debe de ser, esta acción es meramente cosmética y totalmente insuficiente, dado que las comisiones de las Afores son actualmente entre 81 y 113% superiores a las cobradas en Chile y Estados Unidos, respectivamente y que las utilidades netas de las Afores sobre su capital invertido (17.7%) son hasta 3.5 veces superiores a los rendimientos promedio generados para los trabajadores (5%). rendimientos.
Muestra adicional del excesivo desequilibrio es que los gastos comerciales de la Afores para quitarse cuentas entre ellas sin tener que competir en efectividad en los rendimientos a los trabajadores- ascienden a $8,100 millones de pesos anuales.
Nos duele que en este tema de primera importancia para el bienestar de los trabajadores, la Secretaría de Hacienda muestre tanta ligereza y “tire la bolita” a la Comisión Federal de Competencia para que “investigue” la evidente existencia de prácticas anticompetitivas entre las 10 Afores que operan los ahorros.
Es claro que Hacienda tiene el suficiente poder regulatorio formal e informal para reordenar este mercado que ella misma diseñó y también tiene la capacidad de crear un nuevo mecanismo centralizado que permita bajar las comisiones hasta en un 75%, para dejar las comisiones entre 0.25 a 0.30% como los de los estados de Utah, Texas, Iowa, en Estados Unidos o como los de British Columbia o Finlandia. Esta última con un costo 90% inferior al de México.
Así mismo. Es indispensable que el ahorro generado por trabajadores y empresas pueda destinarse a financiar proyectos de emprendedores y Pymes, ya que actualmente están financiando principalmente oligopolios carreteros, energéticos y al gobierno federal debido a las restrictivas reglas de operación que reglamentan las inversiones.
Por lo anterior, la ANEI solicita a la Secretaría de Hacienda que actúe rápidamente para lograr un beneficio substancial a los más de 62 millones de trabajadores aforados y, en su caso, que establezca un mecanismo eficaz centralizado que permita acabar con este grave exceso.