En la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Delegación Nuevo León, esperamos que este 2023 el sector continúe la recuperación que comenzó en 2022.
La actual administración estatal anunció desde el inicio de su gestión su intensión de propiciar un crecimiento económico para la Entidad, que no se había dado en muchos años, y eligió como palanca de desarrollo la construcción de infraestructura.
Con ello, el Gobernador Samuel García y su gabinete estarán dotando a Nuevo León de vías de comunicación y espacios físicos adecuados para brindar los servicios que requiere la ciudadanía y el sector productivo.
El año pasado arrancó con el plan de movilidad y continuó con el hídrico; para el segundo semestre lanzó las licitaciones de tres grandes obras: las carreteras La Gloria-Colombia y la Interserrana, así como las líneas 4, 5 y 6 de Metrorrey.
En 2023 el Estado anunció que estará ejecutando 24 mil millones de pesos en obra pública, a lo que se sumarán alrededor de 2 mil 800 millones de pesos asignados por la Federación en el Presupuesto de Egresos.
Cabe aclarar que el monto señalado en el PEF es de 6 mil 700 millones de pesos, sin embargo 3 mil 900 millones de pesos aproximadamente vienen etiquetados para el sector energético, específicamente para Pemex y CFE.
De esta manera, la inversión pública estatal y federal en infraestructura representará casi 27 mil millones de pesos este año, a la que se agregará la que ejerzan los municipios.
Esta cifra propiciaría la creación de 13 mil 400 empleos en el sector y casi 4 mil 400 en los sectores que provean servicios a la construcción. Lo anterior se debe a que, a diferencia del gasto que consume recursos económicos, la inversión provoca un efecto multiplicador que genera más recursos.
Así, una inversión de 27 mil millones de pesos con lleva un incremento en la producción de insumos intermedios como cemento, varilla, cal, herrería, pintura, plástico o estructuras metálicas, superior a los 9 mil 450 millones.
Adicionalmente, se produce una expansión en la demanda final de productos y servicios como pueden ser los que ofrecen los comercios cercanos a las obras: alimentos preparados, agua embotellada o transporte. Esto produce una derrama extra de 270 millones de pesos.
Por consiguiente, la inversión también se reflejará en los ingresos tanto de las familias como de las industrias y estimulará un consumo por 33 mil millones de pesos.
En total, el efecto multiplicador de la inversión en obra pública para este 2023 superará los 43 mil millones de pesos.
Con lo anterior queda de manifiesto que la decisión del actual Gobierno es la acertada, ya que el sector de la construcción es uno de los mayores promotores de crecimiento económico.
Desde CMIC agradecemos la confianza depositada en el sector de la construcción, porque eso beneficia a los afiliados que contarán con mayores oportunidades de trabajo.
Asimismo, favorecerá a todas las familias del estado cuya calidad de vida se incrementará al contar con mejor infraestructura y a la economía local y nacional, ya que el sector es uno de los principales contribuidores al PIB y uno de los mayores generadores de impuestos.