Al estudiar las propiedades nutracéuticas de este tipo de maíz, un equipo interdisciplinario de investigadores del Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Ottawa ha descubierto que posee grandes propiedades antioxidantes beneficios para la salud humana. El estudio es el inicio de toda una línea de investigaciones que puede derivar en importantes beneficios para la salud de los mexicanos y canadienses, quienes también cultivan este tipo de maíz.
Motivados por buscar nuevas fronteras en el conocimiento de las propiedades del maíz azul, un grupo de investigación conformado por el doctor Silverio García Lara, la ingeniera Amparo Durán Kishi y la bióloga Sofía Ortiz Islas, del Tecnológico de Monterrey en Monterrey, realizan una estancia de investigación y con ello reactivan una importante colaboración entre el Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Ottawa.
La vinculación con dicha universidad fue iniciada desde la década de los 60s; ahora, con la visita a Canadá de este grupo -y gracias al trabajo conjunto con el doctor John T. Arnason, profesor de biología de la Universidad de Ottawa y su grupo de colaboradores y estudiantes- se reinicia el trabajo para la generación de futuros proyectos.
“Nuestro trabajo se centró en la búsqueda de nuevos componentes y compuestos en la planta del maíz azul. Buscamos proporcionar una avenida completamente nueva para el consumo del maíz azul, basándonos en las propiedades nutracéuticas de esta especie, y en el descubrimiento de nuevos productos”, mencionó el doctor Silverio García, líder del grupo de investigación.
“Desde la llegada a nuestra estancia, el trabajo fue arduo y estimulante. Pudimos constatar y detectar que existen áreas específicas donde las propiedades antioxidantes de este alimento son significativamente mayores”, mencionó la ingeniera Durán, sobre su estancia del 21 de julio al 8 de agosto.
En un siguiente paso, se detectarán e identificarán esas etapas. “Los componentes básicos, que ya habíamos detectado aquí en el Tec de Monterrey fueron ratificados; nuestra sorpresa fue encontrar muchos más componentes que no se habían detectado, compuestos novedosos y únicos que eran desconocidos para la comunidad científica; eso es lo que nos da una gran motivación para continuar con la investigación”, afirma.
“Durante nuestra estancia abrimos una ventana muy importante, ahora tenemos la certeza de que la cantidad de componentes nutracéuticos aún no descubiertos en el maíz azul es muy grande. Esta estancia es solo el inicio de toda una línea de investigaciones que puede derivar en importantes beneficios para la salud de los mexicanos y canadienses, quienes también cultivan este maíz azul”, finalizó García Lara