OPINIÓN.
Armando Torres/Entre Regios
Lo que empieza mal termina mal, eso es lo que está padeciendo el empresario Armando Garza Sada, presidente del Grupo Industrial ALFA, que está viviendo su propio calvario, por su pésima gestión administrativa y errores en la toma de decisiones, que han provocado el descontento de los accionistas.
Y no es para menos la inconformidad de los tenedores de títulos de ALFA, en contra de Garza Sada, tiene su razón de ser, ya que el valor de las acciones de ese grupo se ha desplomado y han visto como su patrimonio de años se encuentra por los suelos.
Según una nota difundida por El Horizonte, el precio de las acciones del grupo que encabeza Armando Garza Sada se ubicó en uno de los niveles más bajos en su historia 0.84 dólares el 19 de julio del presente año, un 76.4 por ciento menos en comparación al valor máximo alcanzado en septiembre de 2014.
Ese reporte informativo da cuenta que el descalabro en el valor de las acciones se debe a las pésimas decisiones del Consejo de ALFA durante los últimos cinco años.
Dicen que el karma es canijo y que Armando Garza Sada está pagando por sus malas acciones. Como recordarán en el pasado se difundieron versiones de que Armando Garza Sada, armó toda una revuelta para forzar la salida de Dionisio Garza Medina como presidente del Consejo de ALFA, eso consta en información difundida en su momento en la publicación Reporte Indigo.
Otro fracaso de Garza Sada
Un doloroso descalabro de Armando Garza Sada, fue su fallido intento por adquirir a la empresa canadiense del sector energía Pacific Rubiales.
Fue el 8 de julio de 2015, cuando ALFA dio a conocer que el acuerdo establecido por ALFA-Harbour Energy para adquirir a Pacific Rubiales había sido cancelado.
Ante ese vergonzoso capítulo, ALFA de la mano de Garza Sada registró otro fracaso al participar en las rondas de licitaciones de exploración, donde por cierto perdió ante Jaguar Exploración y Producción, filial del Fondo de Inversiones Grupo Topaz, liderado por el empresario Dionisio Garza Medina.
Súmele a esto otra de las amarguras que vive en carne propia Armando Garza Sada, sobre todo porque se calculan en alrededor de 1,300 millones de dólares las pérdidas por la compra de acciones de Pacific Rubiales.
Ante su inconformidad al parecer los accionistas exigen escindir el Grupo ALFA y operar los negocios de Nemak, Alpek y Sigma por separado, ya que de forma autónoma serían más productivos y rentables, al no cargar con las pérdidas generadas por el corporativo.
Al parecer el empresario Armando Garza Sada se ha convertido en un coleccionista de fracasos y ALFA pide a gritos un nuevo liderazgo que ponga orden en los negocios de ese grupo industrial regiomontano.
armandoempresasmty@gmail.com