El cáncer de mama es el principal cáncer en las mujeres en el mundo y en México, razón por la que es muy importante saber cuáles son los mejores tratamientos para este grupo de pacientes, explicó la Dra. Montserrat Gutiérrez Mota, oncóloga médica del Hospital San Javier y del Centro de Oncología MOSI de Guadalajara, en el marco de la Reunión “Lo Mejor de San Antonio Brest Cancer Symposium”, organizada por la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM).
Dijo que dentro del cáncer de mama “existen diferentes subtipos, siendo el cáncer de mama triple negativo uno de los más difíciles de tratar, además de que es muy agresivo, por lo que hay pocas opciones de tratamiento disponibles”. Cabe destacar que este tipo de tumores tiene una incidencia de entre el 15 y 16 por ciento del total, motivo por el cual representa uno de los desafíos más grandes a los que se enfrentan los oncólogos.
Se denomina cáncer de mama triple negativo porque no hay una terapia blanco o terapia molecular que pueda dirigirse a este tipo de cáncer en específico. Por ello, se han realizado estudios teniendo como base la quimioterapia, que pudiera ser el tratamiento estándar para las pacientes con este padecimiento, ya que tienen una “evaluación más agresiva en cuanto al cáncer porque son mujeres jóvenes, porque al operarse tienden a tener una recaída más pronto y porque pueden tener una enfermedad que se expande a otros órganos o al sistema nervioso central, lo que puede provocar la muerte”.
Por esta razón es que se han impulsado los esfuerzos con las quimioterapias, las cuales pueden ser combinadas, ayudando a mejorar la supervivencia de las pacientes a nivel general, además de brindarles un período libre de la enfermedad, es decir, que duren más tiempo sin que el padecimiento regrese y así, tener una mejor calidad de vida, señaló la especialista.
“Cuando tratamos a una paciente con cáncer de mama triple negativo, es difícil hablar sobre cuál será la evolución del padecimiento, del pronóstico y el tratamiento, pues se han tenido pocos avances. A diferencia de otros, el subtipo del cáncer de mama triple negativo tiene un comportamiento más agresivo. En la mayoría de los casos se presenta en grado tres, y por lo general las pacientes son jóvenes que oscilan entre los 30 y 45 años.
Las características del cáncer de mama triple negativo son: menor periodo libre de tumores y mayor incidencia de metástasis funcionales. En este punto, las pacientes van a presentar hasta un 46% de metástasis en el sistema nervioso central y una mayor prevalencia de mutaciones germinales.
Detección temprana
“La única forma que tenemos para disminuir la mortalidad por cáncer de mama son los métodos de tamizaje, en este caso el ultrasonido mamario y la mamografía, que nos han ayudado a disminuir hasta en un 40% el riesgo de muerte por cáncer de mama porque se puede detectar en etapas tempranas, antes de que las pacientes puedan descubrir una lesión en sus mamas”.
Una persona que no está acostumbrada a auto explorarse, puede encontrar un tumor de 2 cm, mientras que un experto de un centímetro, y pese a su tamaño, este tiene la capacidad de hacer metástasis, por eso es importante la mamografía, porque ayuda a detectar lesiones antes de que se forme un tumor.
Tras enfatizar que el ultrasonido mamario y la mamografía “son los únicos métodos de detección disponibles”, mencionó que en la población joven es difícil porque la mama es un poco más densa, y no está indicada la mamografía sino hasta después de los 40 años. Por ello, agregó, es que se deben de tener otras estrategias: “que las pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, independientemente de la edad de diagnóstico, inicien la detección de manera temprana”.
Al referirse a los tratamientos, la Dra. Montserrat Gutiérrez Mota explicó que en varios tipos de cáncer de mama se ha avanzado mucho en los últimos años, lo que no ha pasado con el cáncer de mama triple negativo, aunque ya se cuenta con medicamentos con un mejor perfil de toxicidad, además de que tienen la capacidad de actuar dentro del tumor. También tienen un impacto específico y una mayor probabilidad de que la paciente tenga una sobrevida de hasta cinco años, ejemplo de ello es Nab paclitaxel unido a una molécula de albúmina.
“Nab paclitaxel es un buen medicamento que, al unirse a una molécula de albúmina, hace que pueda penetrar más al tumor, que es el sitio donde debe de actuar”. Se ha probado en pacientes con cáncer de mama triple negativo, no es tan tóxico con las células de la sangre ni con las células del sistema digestivo, lo que permite un mayor apego al tratamiento, y con esto una mejor calidad de vida y una mayor probabilidad de supervivencia a largo plazo.