Para Richard Wells, un experto global en sostenibilidad y actual presidente de The Lexington Group, las empresas mexicanas siguen apostando por los modelos de negocio de siempre y no miran hacia el futuro. Siguen invirtiendo en la industria automotriz tradicional y no en vehículos eléctricos y tecnología.
“Me preocupa la gran inversión de México en la industria automotriz del Siglo 20 y no en la del Siglo 21” como los automóviles eléctricos y de uso compartido, que empiezan a revolucionar la industria automotriz y que son intrínsecamente sostenibles, afirmó.
El asesor en desarrollo sostenible y gestión social y ambiental para empresas internacionales, habló sobre la sostenibilidad como eje de competitividad empresarial y presentó la herramienta de escenarios de futuro como un método para identificar estrategias competitivas para el presente y el porvenir.
Durante su ponencia en el ITESM, el experto señaló que los CEO a nivel global dicen no estar viendo que se genere valor a través de la sostenibilidad, un panorama negativo.
“En un estudio, de 4 mil 600 empresas, solo 0.7% lograron mayores ingresos y disminuir su huella ambiental; para ser exitosos en sostenibilidad, esa cifra debe de ser de 75%”, declaró.
Tras mostrar datos del Banco Mundial, afirmó que nunca había existido un alivio tan grande de la pobreza y un fortalecimiento de la clase media global; no obstante, este alivio incrementa el consumo de agua, acero, carbón, cemento y otros productos con gran huella ambiental.
“Esto es lo que buscamos como sociedad, pero también es donde está el problema: no podemos sacrificar el desempeño económico, pero estamos creando más consumo. Aquí está el choque entre alivio de pobreza e impacto ambiental”, expresó Wells.
Ante esto, presentó el enfoque de competitividad sostenible, que promueve innovar para mantener y mejorar la calidad de vida al mismo tiempo que se logra una sociedad más justa sin agotar el medioambiente.
Este enfoque resalta la necesidad de integrar los temas sociales y ambientales en una sola visión de sostenibilidad, el pensamiento sistemático y la creatividad para desarrollar nuevos modelos de negocio.
“Si la empresa no encuentra otra razón para ser sostenible, lo hará para atraer al mejor talento, porque al nuevo talento le gusta la sostenibilidad”, enfatizó