Si un familiar cercano padeció o padece cáncer, ¡cuidado!, porque puedes ser propenso a desarrollarlo. La genética puede ser uno de los factores determinantes para prevenir el desarrollo de algún tipo de cáncer a largo plazo. Los focos de alerta deben encenderse cuando los familiares de primer grado como los padres, hijos, hermanos, tíos o abuelos, padecieron alguna enfermedad oncológica.
Actualmente, la Universidad Autónoma de Nuevo León trabaja en un programa para realizar pruebas genéticas a familiares de pacientes que tuvieron cáncer, para establecer si corren el riesgo de padecerlo en el futuro.
A través de la Clínica de Prevención y Detección Temprana del Cáncer, que es albergada por el Centro Universitario contra el Cáncer del Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González”, se realizan las pruebas genéticas para analizar células malignas que propicien el desarrollo de un tumor, ayudando así al diagnóstico temprano, la disminución de la incidencia de mortalidad y la prevención de la enfermedad.
“Lo que buscamos es que el especialista en genética evalúe el riesgo del cáncer hereditario en los familiares de los pacientes; a éstos los seleccionamos para realizar pruebas específicas para detectar mutaciones genéticas que predispongan a un riesgo mayor al familiar de desarrollar algún tipo de cáncer.
“Un ejemplo muy claro es la detección de la mutación BRCA, ya que si el paciente es portador de ésta, por ejemplo, en el caso muy especifico de las mujeres, tienen el riesgo de hasta un 80 por ciento de desarrollar cáncer de mama o de ovario”, señala el doctor David Hernández Barajas, Jefe del Servicio de Oncología del Centro Universitario contra el Cáncer.
La Clínica de Prevención y Detección Temprana del Cáncer de la UANL atiende a alrededor de 300 pacientes al mes.
Un equipo médico multidisciplinario trabaja en estudios de ADN, determinación de enzimas y análisis proteínicos, como el antígeno prostático, que arroja información relevante sobre un posible riesgo de cáncer.
Los estudios tienen como objetivo detectar cánceres como el de mama, colon, cervicouterino, pulmón, próstata, entre otros.
¿A qué edad es recomendable realizarse una prueba genética?
“Cada tipo de cáncer es diferente. Uno de los ejemplos más comunes es el cáncer de mama. Si la madre lo padeció a los 40 años de edad, la hija debe empezar a revisarse por lo menos 10 años antes; y si la enfermedad la tuvieron una tía y la abuela, entonces, sería conveniente someterse a una prueba genética desde mucho antes”, indica Hernández Barajas.
La detección oportuna es la clave
Para algunas personas la palabra cáncer es sinónimo de muerte, pero en la actualidad esta enfermedad sí se puede curar. La clave está en la detección oportuna.
De acuerdo con cifras del Centro Universitario contra el Cáncer, anualmente atienden a más de 15 mil pacientes con cáncer; y en Nuevo León se presentan cerca de mil 500 casos.
“Hoy en día, la expectativa de vida la evaluamos a la mayoría de los pacientes a cinco años, si tú detectas la enfermedad en etapa cero, te vas a curar en un 100 por ciento, en etapa uno, el 90 y en etapa dos, el 75 por ciento, entonces, la clave es detectar la enfermedad en etapa temprana.
“La prevención empieza desde una vida sana, con una buena dieta y haciendo ejercicio. Se ha demostrado que realizar 30 minutos de actividad física al día reduce el riesgo de desarrollar una enfermedad oncológica hasta un 40 por ciento”, recalca el especialista.