OPINIÓN

Armando Torres/Entre Regios

*Hasta el momento ni gobiernos ni empresas han anunciado plan emergente para poner un alto a la alarmante contaminación.

Una densa capa de contaminación cubre toda el área metropolitana de Monterrey y amenaza la salud de los habitantes de Nuevo León.

A principios de 2020 la contaminación alcanzó niveles alarmantes y las empresas fueron señaladas como las principales fuentes de contaminantes.

En ese entonces, los industriales afiliados a la Caintra y con el empresario Adrián Sada Cueva como presidente de ese organismo se defendieron, evadieron su responsabilidad y repartieron culpas señalando a los vehículos como la principal causa de la contaminación.

Incluso Álcali filial de Vitro, el grupo que dirige precisamente el empresario Adrián Sada fue clausurada parcialmente y multada por la Profepa por contaminación en su planta ubicada en el municipio de García.   Descaradamente, Vitro se concretó a decir que no era contaminación sino vapor de las emisiones de Álcali.

El sector industrial de Nuevo León y la Caintra fueron salvados por el inicio de la pandemia  y los reflectores pasaron en la entidad de la contaminación a los efectos devastadores del COVID-19.

En 2021 nuevamente vuele a azotar la contaminación a Nuevo León, lamentablemente los gobiernos en sus diferentes niveles y las empresas no han implementado soluciones de fondo que frenen la contaminación.

Nuevamente las empresas de Nuevo León principalmente las del sector industrial, las manufactureras se encuentran en el ojo del huracán por los elevados niveles de contaminación en Nuevo León.

Para el gobierno estatal de Nuevo León la solución fácil fue crear un impuesto verde para castigar a las empresas contaminantes.

Fue en la Cumbre Climática COP 26 en Glasgow, Escocia, celebrada en noviembre pasado cuando el gobernador Samuel García, anunció el cobró de un impuesto ambiental a 160 empresas y 20 pedreras identificadas como contaminantes.

Sin duda hay muchas más empresas y negocios de diversos giros altamente contaminantes en el área metropolitana de Monterrey.

Para las autoridades estatales el impuesto verde no es recaudatorio sino regulatorio.   Lo cierto es que si es recaudatorio pero no es suficiente para frenar la contaminación. Algunos ven a ese impuesto como una tarifa para contaminar.

A principios de diciembre Nuevo León acumuló 7 alertas ambientales consecutivas en un corto lapso de 17 días, esto ante el incremento en el área metropolitana de Monterrey de partículas menores a 10 y 2.5 micrómetros, conocidas como PM10 y PM25.

Ni las empresas, ni el gobierno estatal, ni los alcaldes municipales, han anunciado hasta hoy un plan emergente para frenar la contaminación en Nuevo León.

Mientras tanto como bien ha denunciado públicamente un ecologista, el área metropolitana de Monterrey es una “cámara de gases”, con montañas pelonas y un incremento en las enfermedades generadas por la contaminación…

* ENTRE REGIOS, ES UN ARTÍCULO DE OPINIÓN ESPECIALIZADO EN INFORMACIÓN DE NEGOCIOS, RECONOCIDO CON EL PREMIO MÉXICO DE PERIODISMO 2018 “RICARDO FLORES MAGÓN”, OTORGADO POR LA FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE PERIODISTAS MEXICANOS (FAPERMEX).  armandoempresasmty@gmail.com