Como parte de las actualizaciones al marco normativo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el senador Ricardo Montreal Ávila plantea la creación del Instituto Nacional de Mercados y Competencia para el Bienestar (INMECOB), el cual tendrá por objeto garantizar la libre competencia y concurrencia, así como prevenir y combatir los monopolios en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión.
De acuerdo con el coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, dicho instituto será un órgano constitucional autónomo, dado que el T-MEC obliga a que el organismo regulador de telecomunicaciones sea independiente y no rinda cuentas a un proveedor de servicios públicos de telecomunicaciones
El INMECOB integrará al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), y la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Preocupa niveles de crispación y polarización
La preocupación del senador Ricardo Monreal es justificable y entendible, pues ciertamente se observan niveles de crispación y polarización política nunca vistos ¡y aún faltan más de cuatro años para la contienda política que nos lleve a renovar al poder Ejecutivo!
Aunque, ciertamente el año próximo habrá elecciones en las cuales están en juego cuatro mil puestos de elección popular, entre gubernaturas, alcaldías y la totalidad de la Cámara de Diputados.
Y sí, el clima político, pese a la emergencia nacional por los devastadores efectos del Covid 19 en materia sanitaria y económica, ha llegado a un punto climático extremo y radicalizado.
Monreal Ávila, líder de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Senadores ha hecho ver que la polarización política en el país, no se había visto ni en los peores momentos en contra de un Presidente.
Es –dijo—un ambiente político que ha pasado de la diferencia política al odio y al rencor con una falta de respeto a la figura presidencia nunca vista.
El senador por Zacatecas, sin reservas expresó que no le gusta lo que ve, e hizo votos porque todos retomen la calma y la prudencia, para lograr sentarse a dialogar y buscar los caminos de entendimiento racional, que bien lo merece el país.