Su empresa de chocolates y dulces creció tras ayudar a gente pobre

PERFILES

Especial/ Empresas Monterrey.- El empresario árabe Yusuf Ahmed Mubarak tiene una compañía de chocolates y dulces que importa y exporta a diversos países y que en los últimos años ha visto crecer su empresa como resultado de buenas acciones que ha realizado en beneficio de personas en condiciones de pobreza extrema.

Es un joven empresario con 31 años de edad y con un gran sentido humanista, que ha transformado su modelo de negocio basado en ayudar a personas que viven en situaciones muy difíciles con grandes carencias.

Como parte de sus actividades empresariales a visitado varios países, entre ellos, Tailandia, Siria, Irak, Colombia, México y Perú.

En uno de sus viajes a Tailandia se topó en el camino a una mujer y su niña mendigando en las calles de esa ciudad del sudeste asiático, les ofreció ayuda y hasta la fecha vela por su bienestar.

Días después de esa acción recibió un pedido millonario de chocolates y “entonces, entendí que Dios me estaba dando herramientas para ayudar y tenía que hacerlos”, declaró en una de las múltiples entrevistas que ha concedido tras conocerse a nivel internacional sus nobles acciones.

La vida no ha sido fácil para el empresario árabe Yusuf Ahmed Mubarak, vivió una infancia llena de carencias y por eso siempre trata de ayudar a gente en condiciones de pobreza.

“Yo tenía una infancia complicada y no quería que los chicos pasen lo mismo. He tenido muchos amigos que han tenido una infancia muy difícil y algunos han muerto a consecuencia de las drogas o una mala actitud y quiero evitar que los chicos pasen lo mismo”, expresó Yusuf a medios de comunicación.

En 2019, se hizo viral el caso del niño Víctor Martín de Perú, que fue grabado haciendo tarea debajo de un poste de luz.  Al empresario Yusuf Ahmed Mubarak lo conmovió ese caso y busco al niño -con la ayuda de su amigo mexicano- para ofrecerle construir una casa y mejorar su escuela.

Durante su visita a Perú tuvo la oportunidad de probar algunos dulces en el pueblo de Trujillo en el cual habita el niño Víctor Martín Angulo y quedó fascinado sobre todo con el chocolate peruano, por lo que planea llevarlo a su fábrica en Baréin.

“El mejor chocolate que he probado es de Trujillo. Realmente amé el mercado de chocolates que visitamos donde tenían los chocolates de Perú. Me encantó. Quiero empezar a hacer negocios con Perú”, aseguró Ahmed Mubarak.

En México, el empresario Yusuf Ahmed tiene un gran amigo que se ha convertido en su asesor, se llama Gilberto Rosas Landa. Además de ayudarle en diversos temas de negocios, ha sido también pieza fundamental para que el empresario árabe pueda ayudar a niños como el de Perú. El empresario árabe ha conquistado al mundo con sus buenas acciones.

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