Transforma desechos vegetales en compuestos químicos

La investigación de Daniel Alberto Jacobo-Velázquez, egresado del Tecnológico de Monterrey y actual profesor-investigador de la Institución, transforma en valiosos compuestos químicos vegetales que fueron desechados como no aptos para el consumo humano y sin usar métodos transgénicos.

¿Cómo lo logra? La respuesta es sencilla pero sorprendente: estresando a las legumbres, que al ser sometidas a una serie de ataques o estreses abióticos -cortes, exposición a luz ultravioleta, oxigenación elevada, acción de hormonas vegetales- se convierten en biofábricas de moléculas de interés alimentario y farmacéutico.

Daniel Jacobo, quien egresó como Ingeniero en Industrias Alimentarias (IIA) y Maestro en Biotecnología (MBI) del Tecnológico de Monterrey en Monterrey y cursó su doctorado en Texas A&M University explica que cada año en México alrededor de 33 mil 700 toneladas de zanahorias no cumplen los criterios de calidad para el consumo humano que regularmente terminarían como abono orgánico.

La propuesta de Jacobo y el Departamento de Biotecnología e Ingeniería de los Alimentos del Tecnológico de Monterrey es transformar estas zanahorias «defectuosas» en fábricas de compuestos químicos activando el metabolismo de los vegetales y lograr que produzcan biomoléculas nutritivas y medicinales.

Por esta investigación, Daniel Jacobo, de 31 años, recibió el Premio Nacional en Ciencia y Tecnología de Alimentos 2012 y este mes fue distinguido como uno de los 10 Innovadores Menores de 35 por revista Technology Review. Además por sus investigaciones previas en procesamiento de aguacate con alta presión hidrostática recibió el Premio Rómulo Garza a la Investigación 2011 en la categoría de Investigación en Ciencias, Tecnología e Ingeniería.

«Desde el punto de vista institucional es un trabajo muy creativo, de alta innovación que trata de hacer más accesible, con una tecnología muy simple, las propiedades nutritivas que los alimentos, particularmente el fresco, tienen y de realzar estas propiedades para que estén disponibles a la hora que una persona los consume», explicó con motivo del Premio Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos Manuel Zertuche, actual Decano de la Escuela Nacional de Ciencias, Ingenierías y Tecnología del Tecnológico de Monterrey.

Es decir, Jacobo provoca la activación de los mecanismos de defensa de los tejidos de estos vegetales; defensa que incluye la generación en grandes cantidades de sustancias como el ácido shikímico -empleado en la producción del antiviral Tamiflu-, o el resveratrol -un compuesto con potenciales efectos beneficiosos en la prevención de enfermedades cardiovasculares-.

DANIEL JACOBO