Eduardo Torreblanca Jacques/UNIVERSO PYME

PYME MEXICANA trabaja para desarrollar nano partículas de oro con componentes químicos que ataquen el cáncer.

Para conocer qué es la Nanotecnología, empecemos por aclarar el significado del prefijo “nano”: este hace referencia a la milmillonésima parte de un metro.

La ventaja de este desarrollo es que se tendría a la mano una estrategia médica que no lesione células sanas sino que específicamente ataque a las que se encuentran enfermas. La intención es atender primero que nada al cáncer de mama.

El desarrollo de este producto está en manos de una Doctora en Ciencias Mexicana , ALBA REBECA GUTIÉRREZ de la empresa BIODYNAMICS quien lleva seis meses en procesos de investigación con resultados hasta el momento muy optimistas.

A las partículas de oro se le agregarán ligandos o sensores que permiten que esa nano partícula localice a las células enfermas y a ellas oriente el medicamento que tiene consigo.

El oro permite mucho más estabilidad del componente medicamentoso. A esa nano fracción de oro se le agregarán medicamentos o LIGANDOS que son llamados CD44.

Hasta el momento este desarrollo tecnológico se encuentra en FASE DOS de tres fases que debiera cumplir para satisfacer las exigencias científicas.

Alba cree que en menos de dos años pidiera tenerse ya el producto con posibilidades de aplicación en seres humanos enfermos. El siguiente paso habrá de experimentar en ratones la eficiencia de la estrategia.

Se trata de una tecnología orientada a la salud de alta especialidad y se encuentra inscrita dentro de la medicina “PERSONALIZADA” a la que tiende la ciencia médica. Desarrollos tecnológicos similares se están desarrollando tanto en Rusia como en Estados Unidos.

En el caso de la Unión Americana hay varios desarrollos en este campo. Para el caso de uno de ellos desarrollado en la Universidad de Cambridge localizaron cuatro genes responsables de la presencia de cáncer de mama.

Los científicos examinaron tejidos de 53 tumores así como células de cáncer de mama creadas en laboratorio, y concentraron la búsqueda en un grupo concreto de genes del cromosoma ocho, implicados en el desarrollo del cáncer. A continuación utilizaron la técnica de micro matríz del ADN para averiguar cuáles de entre los centenares de genes parecían estar implicados de forma activa en el desarrollo de los tumores.
De este modo identificaron los genes FLJ14299, C8orf2, BRF2 y RAB11FIP.

La Doctora en Ciencias espera contar con el recurso necesario para seguir avanzando en sus investigaciones y en el proceso de comprobar que sus resultados pudieran ser una solución a las mujeres que padecen ese cáncer. El recurso que se cree necesario se ubica en un rango de entre los 5 y 7 millones de pesos mexicanos.

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