Veracruz es el tradicional puerto mexicano de aguas templadas que enaltece el espíritu jaranero y jovial de su gente. A la puesta del sol, cada miércoles y durante el fin de semana, las terrazas de hoteles, restaurantes y cafés de tradición se animan de hordas de locales y visitantes para escuchar y presenciar las magnas interpretaciones del baile del danzón.

Cae la noche y la música se escucha por los rincones de los portales del centro histórico. Parejas de viejos y jóvenes se reúnen en la plaza y bajo las miradas de todos, trazan pasos cortos, de lado a lado, en círculo, despacio y con aire ligero, para interpretar magnas piezas de este ritmo. La fiesta jarocha ha comenzado y no promete tregua. Pero eso importa poco cuando se elige a este  destino vacacional para salir de fiesta.

Veracruz es una pequeña ciudad bulliciosa con gente bonita que se esfuerza por dar a conocer su tradicional acento al hablar. El vocablo “jarocho” viene de “jara”, en el sentido de flecha, lo que hace referencia al humor directo y pícaro del habitante de esta región.

Su Malecón es bullicioso y sumamente transitado por locales y visitantes. Las olas del mar revientan en el puerto, los picones de marimbas resuenan por todo el casco antiguo y la sirena de un barco comercial alcanza a escucharse a lo lejos. Fue fundada en 1519 por el conquistador Hernán Cortés con el nombre de La Villa Rica de la Vera Cruz. Durante siglos fue la principal entrada de Europa a la América Continental. Un recorrido por las calles del centro ayuda a entender la historia que ha caminado por esta porción de México con una catedral colonial de Nuestra Señora de la Asunción, un Palacio Municipal y la Antigua Capitanía de Puerto. Pero de todos estos monumentos, el que más sobresale, como un fantasma gris y silencioso que descansa impávido sobre aguas turmalinas, es el fuerte de San Juan de Ulúa, conformado por una muralla con dos torres, un aljibe y dos mazmorras. Esta fortaleza custodiaba el acceso al puerto de Veracruz. Hoy en día es el principal atractivo de la región como museo al aire libre que narra su propia historia como cuartel, fuerte, calabozo y gendarmería.

También esta villa rica posee playas de recreo y más enfocada al segmento familiar como Villa del Mar, Playón de Hornos, Punta Antón Lizardo, Costa de Oro y Mocambo. La más famosa es Boca del Río en donde se concentra una gran variedad de hoteles y villas peinados por agua de mar de oleaje mediano que invitan a la zambullida deliciosa. Los restaurantes de la zona tiene sus cocinas activas las 24 horas de donde salen platillos como el pescado a la veracruzana, las jaibas rellenas, el pescado en escabeche y el chilpachole. De postre se sirven las nieves de fruta tropical como la guanábana, el mango y el nanche. Y es que la historia del puerto también se revela en su gastronomía. Del platillo a la boca se perciben sabores indígenas con influencias mediterráneas y africanas. Además, de sus tierras fértiles han florecido como regalo al mundo, el café, la caña de azúcar y la vainilla. Estos ingredientes son fáciles de reconocer en los platillos auténticamente locales.

Si bien Veracruz es sol, cultura y fiesta durante época de carnaval, uno de los de mayor tradición en México, también es el punto de partida para realizar actividades alternas al simple descanso playero como el descenso en el río Pescados en Jalcomulco, los paseos culturales y ecológicos en la región de los Tuxtlas y las visitas guiadas en la zona arqueológica de El Tajín, la ciudad prehispánica más importante de la costa norte de Veracruz, de herencia totonaca.

Ninguna visita a Veracruz está completa sin la visita a su acuario, uno de los más grandes de Latinoamérica y con ejemplares únicos en exhibición, como una tintorera o tiburón tigre, manatíes y un pez payaso. Inaugurado en 1992, inició primero como un museo de exhibición de la flora y la fauna marina para después involucrarse en el ámbito de la educación e investigación. En la actualidad, el acuario posee una de las colecciones más completas de organismos acuáticos con más de 200 especies y 13 mil ejemplares.

El clima de Veracruz es uno de los más generosos en todo México con jornadas enteras de sol y una tierna brisa marina que obliga al viajero a andar ligero de ropas pero sobre todo, alegre de corazón.

3 Imperdibles:

-Ser parte del carnaval de Veracruz celebrado desde 1866. Es un desfile colorido de carros alegóricos, comparsas y música en vivo que celebran la vida sin freno previo a la Cuaresma.

-Tomar un café lechero en establecimientos con más de 200 años de tradición y ser parte de las famosas  “charlas parroquiales”.

-Bucear en la Isla de Sacrificios, ubicada frente al puerto de Veracruz. Aquí se encuentra el Parque Marino Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano.

Estas son sólo algunas de las experiencias que ofrece Veracruz. Aprovecha las ofertas y promociones del Movimiento Viajemos Todos por México y descubre las riquezas de nuestro país.